Es la lluvia sobre el mar.
En la abierta ventana,
contemplándola, descansas
la sien en el cristal.
Imagen de unos segundos,
quieto en el contraluz
tu cuerpo distinto, aún
de la noche desnudo.
Y te vuelves hacia mí,
sonriéndome. Yo pienso
en cómo ha pasado el tiempo,
y te recuerdo así.
1 comentario:
hay personas que cuando terminan contigo, que cuando te dicen "¡adios!" creen que se han ido.
¿habrá gente más inocente que ellos?
- reímos: somos cinco cuerpos tendidos sobre mi cama cada noche-.
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